Bueno saludos a todos, hoy mi motivo de hablarles es una entrevista que me inquieta, la haré personalmente, porque hace tiempo que no sabía de mi amigo el “Poeta”, bueno, pues aquí lo tengo, no, directamente desde el barrio de Miraflores, que es muy bonito, bueno, sin más prolegómenos, procedo:
P: Poeta.
P: Bien, hace mucho que no sabía de ti Mario, bueno no me quejo, la vida me sonríe después de ese momento en mi vida que marcó la diferencia, el ser cadete del Leoncio Prado, en fin.
M: Tú dijiste que ibas a estudiar una ingeniería ¿Lo hiciste?
P: Pues sí, estudié ingeniería civil y prevención de riesgos, por esta última tengo una especial pasión y ahora ejerzo en este campo, ¿no?
M: Háblame un poco más de tus estudios.
P: Estudié en UCLA, en Norteamérica, allí tuve unos grandes 6 años, los mejores de mi vida me atrevo a decir, pero lo que más me marcó fue conocer a Katie, Mi actual esposa. Posterior a todo esto volví al Perú, pero felizmente casado y a proyectar una vida de prosperidad; tengo 2 hijos de 10 y 12 años, ambos varones y vivo en mi viejo pero memorable Miraflores, como siempre lo quise. Te tengo una foto de cómo está el barrio ¿no?
M: Sí, Miraflores es hermoso, pero tus antiguos amigos ¿Siguen allí?
P: Sólo Pluto, es mi compadre, sabes, mi compañero de noches y trasnoches.
M: O sea que sigues la tradición de tu padre, de tener una doble vida…
P: …Así es, pero a mí todavía no me atrapan, y, además Katie es más liberal; es gente de mundo.
M: Por lo menos lo haces igual que tu mentor. En fin, si al final somos más de lo mismo (risas).
P: Usted sabe mucho mejor que yo eso ¿no?, somos técnicamente lo mismo, demasiado parecidos, casi al punto de iguales.
M: Pues muy agradecido de tus palabras. Hace mucho que no revisaba mi pasado, y el tuyo obviamente, jajaja.
P: Gracias por sacarme del baúl de los recuerdos, porque al final somos pasado y presente de cada uno ¿no?
M: Hablando de eso… ¿Por qué te enamoraste de Teresa?
P: Como dijo un amigo, no me enamore de ella, me enamoré del género, jajaja. Seriamente hablando, me enamoré de lo que el…. De lo que el… de lo que Ricardo (esclavo) estaba enamorado, de su manera de verla, de su amor inalcanzable. Yo nunca, bajo ninguna circunstancia, me hubiera enamorado de una mujer como ella, pero como tú sabes mejor que yo, los acontecimientos se dieron de esa manera. No sabes cuánto me arrepiento sabiendo que el alma de Ricardo nunca pudo entrelazarse con el alma de Teresa, pero tengo el consuelo que descansa en paz.
En fin, agradezco haber conocido el interior de Ricardo, porque me mostró que en el fondo, todos somos iguales, aunque algunos puedan defenderse mejor que otros, pero nuestra interioridad es la misma.
M: Es muy profundo lo que me dices, definitivamente te marcó este hecho.
P: Así es, a tal punto que no me gusta recordarlo.
M: Entonces cambiemos de tema. ¿Qué fue lo que te hizo sentir bien, reconfortado, durante tus estudios en el Leoncio Prado?
P: Sin duda, la pelea que tuve con el jaguar en la celda de castigos, aunque me hayan dado una golpiza, le dije unas cuantas verdades que le dolieron más que lo que me dolieron sus golpes.
M: ¿Qué le dijiste?
P: Lo encaré. Le pregunté por qué mató al esclavo, qué pasó por su cabeza, si sentía remordimiento. No respondió pero estaba pálido.
M: No sabía de eso, tanto lo sintió ese hombre que se mostraba duro, pero verdad, era un frágil enamorado, puede ser que haya reaccionado así.
P: Mario, me tengo que ir, tú sabes como es la vida de casado. En fin.
M: Un gusto haber hablado conmigo, perdón, contigo, espero nos reunamos de nuevo.
P: Así sea, Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario